Azúcares






En variadas ocasiones he oído decir, que un postre si no esta bien dulce, no es un postre como debe ser. Cuando alguien ingiere un exceso de dulce a lo largo de su vida, poco a poco va obligando a su organismo a trabajar más para mantener los niveles de glucosa a los que lo está sometiendo tras ingerir repetidas veces a lo largo del día alimentos dulces. Cuando hablamos del sabor dulce, todos lo asociamos con el azúcar, pero debemos comprender que también existen alimentos que son dulces naturalmente, la calabaza, la pera, el higo, las uvas pasas, etc. Con todos estos alimentos, nosotros estamos ingiriendo azúcares naturales, pero se que a todos os gustan generalmente los dulces elaborados. Mi recomendación para desgastar en menor medida nuestro organismo, es eliminar por completo de nuestra dieta el azúcar, tanto moreno como refinado, para siempre. Con el fin de endulzarnos la vida, podemos utilizar otros alimentos que son más beneficiosos y cubren muy bien sus funciones. En orden de preferencia, la mejor opción es sustituirlo por el sirope de arroz, como este tiene un coste elevado, una opción interesante es la fructosa que es bastante más económica, también podemos utilizar sirope de arce o en un momento puntual la miel. Otra recomendación que para mi es muy interesante, es como anteriormente he citado, respetar el sabor de los alimentos, podemos reducir la cantidad de endulzantes en las recetas, dejando que los sabores naturales de los ingredientes se expandan en nuestro paladar. Tras muchos años, sin consumir azúcar habitualmente, he probado pasteles de chocolate y sólo me saben a azúcar. Si el chocolate es amargo, ¿por qué sabe dulce un pastel de chocolate? Yo pienso que si introduzco en mi boca un pastel de chocolate, para mi gusto preferiblemente de chocolate puro, este debe saber amargo y con un fondo dulce, porque si su sabor es al contrario, no le veo sentido introducir un chocolate puro en una receta. No tengo mucho más que decir, en mis recetas, os voy a plantear como endulzar la vida con todo el sabor y sin perjudicar nuestro organismo. Os invito a que lo probéis. Se que muchos de vosotros, cuando las probéis por primera vez, os parecerá que les falta azúcar, pero lo cierto es que todo va en función del equilibrio que llevamos en la alimentación. Cuanta más sal consumimos, más azúcar demandamos, así que una vez que tengais equilibrado vuestro paladar y vuestra alimentación, también lo estarán vuestros niveles en sangre de sal y azúcar, que no son los que habitualmente existen en la sociedad. Generalmente nosotros oscilamos en la alimentación como un péndulo, observad a vuestro alrededor y descubriréis que generalmente, las personas que más sal ingieren, suelen ser también las que más azucares consumen. El gran secreto, está en que este péndulo tenga una oscilación leve y armoniosa, poca sal y poco dulce.

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