Vitaminas



Son las vitaminas como su nombre en latín indica “sustancia para la vida”, de hecho no podemos vivir sin ellas. Muchos de los alimentos que nos rodean, contienen estos nutrientes aunque los que más destacan son las hortalizas y las frutas. No recomiendo consumir más de una pieza de fruta al día, preferiblemente que esta sea de cultivo ecológico y de la zona en que vivimos, evitando las que poseen gran acidez excepto los limones, recomiendo tomar la fruta cocinada en invierno, para evitar el frío y la podemos ingerir cruda en verano para refrescarnos, por su naturaleza, la fruta la proporciona especialmente el planeta Tierra y en gran variedad en las temporadas más cálidas. Se que hoy en día el transporte facilita que podamos tener fruta variada todo el año, pero no es lo natural en la zona que residimos. Respecto a las verduras, también ellas tienen su temporada, las más nutritivas son las cercanas al suelo de donde surgen todos los nutrientes y las más alejadas de este nos proporcionarán menos nutrientes. Diviértete combinando estas en tus platos con diferentes colores y cocciones. Existe un gran abanico en el que puedes investigar y desarrollar tu imaginación según la temporada en la que nos encontremos. En las recetas que encontraréis en este libro, hay una gran variedad de combinaciones que puedes adaptar para cualquier plato que desees realizar.


Yo soy un gran fan de estos alimentos, recuerdo que cuando era pequeño decía que algunas verduras no me gustaban pero he descubierto que todo fue fruto de la educación que recibí. Mis hijos, se han alimentado con ellas desde que eran pequeños y son de los pocos niños que he visto que digan que no les gustan las verduras, doy fe que incluso alimentos como la chirivía, el nabo o las coles de Bruselas que no gustan a todo el mundo, ellos las consumen sin ningún problema. El secreto reside en saber elaborarlas y también presentarlas atractivas para que nos provoquen sensaciones apetecibles. Como padres, esta es una misión importante que tenemos en la vida y debemos esforzarnos en educar el paladar de nuestros hijos, ya se que lo fácil es darle cualquier cosa y que no nos hagan hablar, pero con esta actitud, lo que estamos haciendo es potenciar su ignorancia. Hoy día, conozco muchos adultos que consumen muy pocas o casi ningún tipo de verduras porque no les gustan y además de ser grandes ignorantes, no nos podemos imaginar como están tratando su organismo. Generalmente, sufren estreñimiento, desgaste gastrointestinal y en el futuro, este hábito será el causante de enfermedades mucho más graves. Os pido a todos los que leáis este libro, que ayudéis al crecimiento de conciencia que hace falta en este mundo, que nutráis a los vuestros de sabiduría y no promocionéis la ignorancia que es lo que abunda gastronómicamente hablando en la sociedad. Conozco a tanta gente que no es capaz de reconocer algunas verduras y que al mismo tiempo no es capaz de elaborar una crema de verduras sin incluir un caldo de carne, personas que argumentan que una crema de verduras está insulsa si no le añades un caldo de carne, por favor, si estamos hablando de una crema de verduras, que mejor que está se componga de simplemente verduras y sus propios jugos. He conocido a mucha gente que no sabe comer verduras solas, a otra que tienen muy limitado su repertorio gastronómico respecto a estas, incluso a muchas que no conocen las estaciones naturales en las cuales encontramos unas u otras, otros creen que son habituales todo el año y no se cuestionan su procedencia. Por favor, en pleno siglo XXI, vamos a intentar que la conciencia humana cambie un poco, que las personas sean conscientes de que vegetales proporciona la madre naturaleza en cada momento, y que utilicen una gran diversidad de estas para satisfacer su paladar. Cuento con todos vosotros, para difundir esta nueva conciencia sobre la alimentación, que permitirá a la raza humana evolucionar y ser más amable, simpática y sana.


El horizonte gastronómico de las verduras y las frutas es inmenso, se pueden realizar una gran variedad de cortes, una gran variedad de combinaciones y podemos naturalmente trabajar estos alimentos con diversas texturas, algunas las veremos en el apartado de recetas, también en multitud de cocciones que también encontraremos en dicho apartado.


Así que, no os limitéis a lo de siempre, ensalada, verdura plancha, fruta cruda, cremas tradicionales, o cualquier costumbre que tengais arraigada, buscad alimentos que no conocéis o no habéis comido nunca y probad nuevas recetas, algunas las encontraréis en este libro.

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